viernes, 30 de abril de 2010

¿Cuándo dejamos de ser niños para convertirnos en jóvenes “PREMATURAMENTE”?


¡Con la cara sucia y los pies descalzos…! Como dice aquel renglón de la canción “Chico de mi barrio”. Miro hacia atrás y me sorprendo al ver cómo los niños ya no son niños, a pesar de que cronológicamente siguen siendo, y ahora sólo piensan en el amiguito o amiguita.



Doy un vistazo rápido a los pasajes mi niñez y los comparo con los niños de ahora y me pregunto ¿Qué ha pasado, dónde se han metido los querubines? ¿En qué momento dejaron esta etapa maravillosa? Parecen ser algunas de las interrogaciones que me hago una y otra vez tratando de encontrar respuesta alguna o al menos justificar este giro súbito.


Recuerdo, aquellos años, en que todas las tardes nos reuníamos después de almorzar una “manchita” de niños, todos contemporáneos, para sacar “el equipito”, como solíamos decir, y con ello poder jugar una pichanguita, un triangular, un toque, básquet o simplemente jugábamos los inocentes pero emblemáticos, hoy en día en peligro de extinción: “chapaditas”, “escondidas”, “encantados”, “pasa la mula”, “al papá y la mamá”, “san miguel” y otros juegos más que son y fueron iconos de nuestras épocas, pero que actualmente ya no se practican y están siendo reemplazados por los famosos “HI5”, “MSN”, “FACEBOOK”, “BADOO”, etc los cuales están calando en la niñez del siglo XXI, un siglo en el cual el mundo está dando colosales cambios y con ello no escapa la humanidad y para ser mas especifico: LA NIÑEZ, a quien está contribuyendo a una “madurez mental - perjuiciosa”. Dejando pasar una las etapas más enriquecedoras y fructíferas en su formación integral como NIÑO.


Y a todo esto ¿Dónde quedan los padres? Parece ser otra pregunta que me hago y que al mismo tiempo trato de darme una respuesta más o menos convincente. Para comenzar en el PERU la gran mayoría de habitantes son “tiernos” y entre ellos hay una gran cantidad de padres, entre adolescentes y jóvenes, quienes muchas veces no tienen educación básica regular completa y ni que decir de un oficio u profesión, entonces ¿De qué clase de padres estamos hablando? ¿Qué tipo de mentalidad tienen? ¿Qué consejos pueden salir de sus preciosas y desbordantes bocas? Creo que poco o nada se puede sacar provecho de esos improvisados padres, quienes haciendo caso omiso de los consejos de sus mayores - padres - hicieron lo que quisieron dando rienda suelta a sus prematuras pero agrandadas ideas sobre lo que significa acostarse con alguien y más aún tener un hijo, he aquí el gran problema, entonces, que los niños de ahora enfrentan día a día y deciden saltar sus etapas de niñez para ser unos “JOVENES PREMATUROS”.

Ahora me viene nuevamente la pregunta: ¿Cuándo dejamos de ser niños para convertirnos en jóvenes “PREMATURAMENTE”?.


Pasarán lustros, décadas, siglos y nunca llegaré a una respuesta irrevocable, pero lo que si estoy seguro es que todos somos participes ya sea directa o indirectamente de esta falencia que tiene un horizonte favorable a seguir incrustándose en nuestros niños.


CUIDEMOS NUESTROS NIÑOS Y NUESTRA NIÑEZ...

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